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24 noviembre 2012 / delnumero2

Ideas de Frato

Empezar siempre es complicado, pero que mejor que hablando de Francesco Tonucci, ya que para mi es un grande en el ámbito educativo y de las primeras personas que me abrieron una nueva visión educativa. Primero me fascinaron sus viñetas y la capacidad de captar ideas complejas en dibujos sencillos, más tarde empecé a seguirlo y sus estudios, trabajos e ideas me acabaron de seducir.

Frato plantea un cambio de visión en el modelo de enseñanza-aprendizaje de los niños y niñas, centrándose en el ámbito escolar, pero también abordando el papel que tiene que jugar la infancia a nivel democrático.

La escuela tradicional interpreta el aprendizaje como algo gradual, ir aprendiendo conceptos que nos llevará a otros y éstos a otros un poco más difíciles. En las aulas hay un ritmo concreto a seguir, desarrollarse “al son que toca”, y en base a éste se considera si el infante aprende rápido, lento , normal… el periodo escolar es una inversión a largo plazo, dónde el alumno tiene que ir aprendiendo todo aquello que necesitará en el futuro, y se valora poco, o nada, la propia esencia del individuo: su recorrido, su experiencia, su entorno, la familia… quedan en segundo plano y son elementos poco relevantes en el proceso de aprendizaje.

Para Tonucci se hace imprescindible un cambio radical en este sentido. Cambiar la concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje buscando la manera de convertirlo en un procedimiento en el que no se considere a los niños y niñas como recipientes que hay que llenar. Tonucci apuesta por el empoderamiento de la infancia. Convertir a los niños y niñas en protagonistas y hacerlos partícipes de su experiencia formativa. “Hay que escuchar a los niños”.

El adulto adquiere una posición de guía, de facilitador, ayudando des de lejos, «el profesor no es el saber sino el mediador del saber»; el profesorado adquiere esa posición de “adulto de presencia ligera” que diría César Muñoz, término del que seguro hablaré en otro momento. Para Frato la escuela debe ser un espacio de convivencia, un entorno en el que el niño pueda compartir. Explicar sus experiencias, contrastar ideas con los compañer@s, conocer realidades diferentes a la suya, etc. en definitiva la escuela tiene que ser un espacio de relación: escuela-individuo-entorno (familiar y cultural) y dónde los conocimientos partan de las diferentes realidades.

Si os interesa profundizar un poco más en las bases de Tonucci, podéis empezar conociendo esta asociación de maestros y familiares que promueven y difunden las ideas del autor.

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